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La Manual Alpargatera
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La Manual Alpargatera

De las más emblemáticas

La fachada de la La Manual Alpargatera es todo un símbolo del barrio Gótico de Barcelona, tanto para locales como para turistas. De hecho, al contemplarla, subiendo por la calle Avinyó, tengo la sensación de estar mirando una postal antigua que rinde homenaje a un pasado que, afortunadamente, convive tímidamente pero en armonía con nuestro presente. Rodeada de comercios nacidos en otro siglo, esta emblemática tienda-taller conserva las grandes letras negras que, sobre la pared blanca, anuncian –imponentes y entrañables- la existencia de un lugar donde la tradición sobrevive con orgullo y dignidad.

Tanto si venimos por la calle Avinyó o por la calle Ferran –dirección Plaza Sant Jaume o Ramblas, da lo mismo-, nos damos cuenta de la presencia de La Manual Alpargatera antes de llegar. El establecimiento causa tal admiración entre los peatones que delante de sus escaparates siempre hay gente –la mayoría turistas- cotilleando a través de los cristales. Los escaparates de la tienda son tres grandes ventanales que muestran –además del típico calzado de esparto, auténticas abarcas menorquinas, zapatitos para bebés y niños, bastones y otros artículos que no recuerdo- el interior de un establecimiento bien conservado y lleno a reventar donde la tradición artesana se manifiesta en cada producto expuesto. El mosaico de baldosas que hay entre dos de los ventanales nos hace un breve resumen de la actividad que se lleva a cabo en este taller fundado con el final de la guerra civil española, a principios de la década de los cuarenta.

Una vez dentro, a mano izquierda, hay una gran estantería de madera repleta de alpargatas de diferentes colores y tallas. La visión es bastante gustosa, digna de ser contemplada unos instantes. Una de las dos dependientas, que sospecho son de la familia fundadora de la tienda, interrumpe mi contemplación para saber si me puede ayudar en algo. Le digo que de momento sólo estoy echando una ojeada. Y eso hago. Observo que, además de alpargatas –la especialidad e indudable protagonista de este auténtico taller artesano que ahora también fabrica a máquina la suela de este calzado elaborado con fibras naturales- y sus variantes, hay sombreros de paja, cestos y cajas de mimbre, un poco de todo por todas partes. Presto atención también a las paredes, cubiertas de cuadros y platos de cerámica y a los dos bancos de madera donde se sientan los clientes para probarse el calzado. Una gran arcada separa la tienda propiamente dicha del taller que, igualmente a la vista, está lleno de arriba abajo –lo único que identifico a primera vista son cajas de zapatos.

La gracia de este establecimiento no es sólo que ha conseguido sobrevivir al paso del tiempo conservando toda su esencia sino que, además, el humilde origen de este calzado que en un principio utilizaban los campesinos, con el tiempo se ha ido olvidando hasta el punto que, hoy en día, las alpargatas no tienen ni sexo ni edad, y aún menos oficio, y son una pieza muy común en el vestuario del público más general y heterogéneo. Ir a La Manual Alpargatera a finales de la primavera para renovar el armario es un gusto que se permiten muchos barceloneses.

18-11-2010



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Bcn
Redacción de BcnRestaurantes.com
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Articulo realizado por los profesionales de la redacción de BcnRestaurantes.com.