Situada en el Eixample derecho barcelonés, La Fôret de Brocéliande –que toma el nombre de uno de los bosques más míticos de Francia por ser la patria de los druidas celtas, de los caballeros de la mesa redonda y de todos los personajes que pueblan la leyenda del rey Arturo- no pasa desapercibida a ninguno de los vecinos del barrio.
Su color blanco y sus dos escaparates, repletos de objetos y detalles, invitan a entrar desde el primer momento. Una vez dentro, es difícil escapar a su embrujo, a su ambiente cálido, a su encantador estilo provenzal y a la siempre encantadora atención de Silvia Bermejo, su propietaria.
Silvia, interiorista de profesión, siempre ha tenido un gran gusto por los muebles y es una apasionada de todo lo francés y sobre todo de la Provenza, zona a la que viaja a menudo en busca de cualquier elemento decorativo, complemento, utensilio o regalo que pueda tener cabida en su tienda.
Jabones, perfumes, fragancias, pequeños muebles, adornos, detalles, relojes, cajas para galletas, complementos para baño y cocina, marcos de fotos, cuadros, cojines, espejos… La Fôret de Brocéliande es, sin duda alguna, el rincón ideal para dar con ese regalo perfecto que tan a menudo se nos resiste.